lunes, agosto 15, 2005

Jugando a ser Dios.

Egipto, 2004. Antonio y Cristina están de vacaciones en un crucero por el Nilo. Se trata de un viaje organizado en un barco que recorre los principales puertos turísticos del río. La tripulación organiza actividades en los tiempos muertos: bailes, fiestas, cenas con el capitán. La gente se divierte, descansa.

Tras pasear por la cubierta, la pareja decide bajar a su camarote para arreglarse antes del almuerzo. Al entrar, se encuentran con un detalle del servicio de habitaciones.

Son dos cisnes enfrentados, en un paisaje acuático, realizados con toallas. Los chicos se sorprenden. No es algo extraño en éste tipo de viajes: en otros lugares ponen flores, aquí te obsequian con una escultura de ropa de cama. Todo en orden. Sólo hay un factor que desorienta a nuestros amigos: la toalla azul es de Antonio. Eso significa que hay un punto de creatividad improvisada que no viene en las instrucciones de esta instalación artístico-hostelera.

Pasan los días.

Antonio y Cristina van haciendo amigos a bordo. Egipto es bonito. Por supuesto visitan las pirámides, una de las Siete Maravillas del Mundo. La Esfinge no está mal, aunque es más pequeña de lo que creían. Se hacen fotos jugando con la perspectiva, haciendo como que la sujetan entre los dedos de la mano.

Vuelven al camarote.

Vértigo.

Es un cocodrilo, animal sagrado en Egipto. Una vez más, realizado con toallas entrelazadas con mimo, y con unas proporciones muy cercanas a las de un cocodrilo vivo. Por supuesto, las gafas y el desodorante (que hace muy acertadamente de boca) son de Antonio.

Nuestros amigos están confusos. Sus experiencias en el barco están compitiendo seriamente con su visita al Egipto turístico que esperaban. De hecho, están compitiendo seriamente con su percepción de la realidad. Necesitan contrastar éste hecho con sus compañeros de viaje.

Hay leyendas… Rumores. Dicen que cada vez es diferente, pero nadie acaba de concretar. Alguien esquiva el tema. Los pasajeros beben, cruzan miradas nerviosas, como celosos dueños de un secreto primordial. Bailan hasta caer extenuados.

El viaje va llegando a su final. Antonio deja sus pertenencias ocasionalmente desparramadas por la habitación, sin encontrar respuesta del otro lado. En cubierta, la pareja se deja acariciar por el viento arcilloso. Aprovechan sus últimos días de reláx. Piensan en sus experiencias, hablan de ellas, intentando apresarlas en su mente. Son conscientes de que el tiempo se acaba.

Júpiter, y Más Allá.

Es un hombre.

Sus proporciones: CASI PERFECTAS. El Prometeo del hogar lejos del hogar. La mente quebrada de nuestros amigos intenta reconstruirse, pero se les nubla la vista.

Se hunden en un lodazal de arcilla primigenia.

Su sonrisa. Joder. Su sonrisa.

14 Comments:

Anonymous Anónimo said...

A friend of mine had the same problem. He was in Magadascar, but instead of towels they used... food!! Your report is scary as hell. Well done!!!

P.S: Be careful with you being related to the "freedom army". It's not good business.

2Pac4life!!

4:54 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Es un hombre.

Y no comento nada sobre los tres post anteriores porque REALMENTE me dan MIEDO.

Si le das al link de PASCAL (el último post)... en fin, no le veo la gracia. Te voy a llamar por teléfono ahora mismo.

5:02 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Una cultura exótica. Mitología egipcia. Empleo insólito de objetos cotidianos tales como toallas. Personajes secundarios extravagantes se suman a la trama...o Tim Powers colabora con the realfakemakers, o al fin hemos conseguido empezar a transformar nuestra realidad paralela del montón.

5:47 p. m.  
Blogger Maican said...

Pero bueno, murieron o qué.

8:33 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

El mejor post de Agosto.

3:36 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Tendría que haberlo imaginado.

4:26 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Tolli, lo llamé Tolli (solo para mí, ella hubiera dicho ¡qué tontería!). Estuvo toda la noche con nosotros pero su muerte estaba anunciada: Mejor hacerlo yo que ellos.
No puedo volver a ponerme la gorra sin acordarme de él.

9:03 p. m.  
Blogger refoworld said...

WOW!! Bienvenido a la Blogoesfera!

Y con esta calidad, ahí, avasallando.

Tendrás tu link en el Abismo. No lo dudes.

Un abrazo desde los fondos abismales.

12:10 a. m.  
Blogger J. Alvargonzález said...

¿Es un golem o un humúnculo?

12:22 a. m.  
Blogger Anntona said...

Me recuerda a la famosa anécdota del cepillo de dientes y la cámara de fotos. Glups.

3:30 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

A mi me hicieron un planeador con dos toallas del Hotel y me fui a dar una vuelta a vista de pajaro.
Aterrize en Nürnberg.

2:34 p. m.  
Blogger Deyector said...

Al principio quedan muy bonito ver las esculturas esas, pero yo me sentiría "violado" si veo que usan mis cosas con esa confianza...
Y el toque de gracia, ya el homínido con la ropa, para mí que querían deshacerse de ellos, porque si yo entro en mi camarote y me encuentro a "alguien colgado del techo", probablemente me daría un infarto y no es bonito morir con una plasta en los calzoncillos (el infarto sería probable, la plasta segura, el chillido histérico inevitable)

8:51 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

Un poco impresionante sí que es.

8:54 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

A mí me ocurrió algo similar en La Habana, en menor medida porque ésto impresiona un poco. Ufffff...

6:16 p. m.  

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