domingo, febrero 12, 2006

Riding the Fast Forward.

Cuando firmé aquel contrato lo sospechaba. En realidad no aceptaba un trabajo, aceptaba un teletransporte, un viaje en el tiempo hasta junio, un beam me up scotty sin precedentes. Hoy, en esta farsa que nos han vendido como paréntesis sagrado llamado FIN DE SEMANA, puedo confesar que he abrazado el forwardeo.

El forwardeo, para quién a estas alturas aún no lo maneje, es el término más fascista posible surgido de la necesidad histórica del hombre por nombrar y dominar su entorno. Hace referencia a la cualidad como material conductor de las personas. Habla de las masas que no filtran la información, que no retienen, que sólo conducen y hacen suyas las ideas, opiniones y maneras de terceros. Vamos, la gente que envía Fwds: FORWARDS. La gente NORMAL. Los trabajadores, demasiado cansados para crear, agotados por jornadas absurdas que acaban con las familias, las relaciones, y en último término, con la esencia propia de las personas. LA MASA. LOS DEMÁS.

Me he hecho de los demás. Soy lo más EL OTRO que lo he sido en mi vida.

Llego tarde y cansado. Me redimo viendo alguna serie. Pero no engaño a nadie y me levanto MUY pronto para seguir al servicio de fuerzas tenebrosas. Llega el fin de semana. Salgo a comprar. Como cualquier otro pringado que pasea por la Fnac. SOY UN NORMAL.

Pero, gracias al hecho de haber abrazado el fwdeo, me he podido comprar una cámara digital, lo cual amplía las perspectivas de este blog.

He grabado en la lente de mi cámara nueva tres palabras, de manera que siempre aparezcan en cada foto que haga:

CONDENA.
CONDENA.
CONDENA.

Y mi dirección por si se me pierde.

Confío en la cualidad conductora de los demás.