domingo, diciembre 24, 2006

Navidad a todos.



viernes, diciembre 01, 2006

Fascinante Bluetooth.

Noche del sábado al domingo. 7:00 am. Estoy soñando o bien con que asisto como infiltrado policial a una reunión de ETA y resulta que son majos, o bien con que mis padres se han comprado una cometa con forma de habitación hiperventilada a tamaño real y me preguntan si me gusta. En cualquiera de los dos casos, un sonido como de portero automático se va colando insistentemente en mi sueño. Ante la incapacidad de justificarlo oníricamente durante mucho tiempo más, me incorporo. Las hipótesis sobre quién puede ser a esas horas brillan por su ausencia. Cojo el telefonillo.

¿Sí? / ¿Hola? ¿Me puedes abrir? / Eh… Sí, claro.

Abro. Vuelven a llamar. Lo cojo.

¿Sí? / Eh, lo siento es que no…

Nuestro infalible sistema de seguridad medieval se ha disparado. Eso implica bajar al portal descalzo y abrir la puerta a mano. El sacrificio empieza a ser demasiado alto, y por fin me pregunto quién cojones es.

Mmm… Oye, perdona, ¿quién eres? / SOY EL DEL CHAT, ábreme. / …

Bajo el auricular. Mi mirada recorre los muebles del salón, que silenciosamente empiezan a ser bañados por las primeras luces de la mañana. No sé si descojonarme o pedirle su dirección de correo electrónico. Levanto el auricular.

Eh, lo siento creo que no es aquí, TE HAS EQUIVOCADO. / (Risa de despecho) Mira, no me abras si no quieres, pero que sepas que hace mucho frío y… / TE HAS EQUIVOCADO.

Cuelgo. Estoy de acuerdo, hace mucho frío.